Se trata de un sistema de selección de técnicas de control integradas en una estrategia de manejo. También se lo define como un “sistema de regulación de plagas, que teniendo en cuenta su hábitat y la dinámica poblacional de las especies consideradas, utiliza todas las técnicas y métodos apropiados compatibilizando al máximo su interacción, con el objeto de mantener las plagas en niveles que no originen daños económicos”.

Estos métodos se aplican en tres etapas: prevención, observación y aplicación. Es un método ecológico que aspira a reducir o eliminar el uso de plaguicidas y minimizar el impacto al medio ambiente.